La OMS ratifica que la vacuna contra el VPH es segura
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publica las conclusiones de un informe donde ratifica que la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) sigue manteniendo su buen perfil de seguridad.
Redacción. | 17/09/2014 10:50
El Comité Asesor Mundial de Seguridad de Vacunas de la Organización Mundial de la Salud (Gacvs) ha hecho públicas las conclusiones del trabajo desarrollado en los últimos seis meses para revisar y actualizar los datos relacionados con la seguridad de la vacuna frente al virus del papiloma humano (VPH) -Gardasil, de Sanofi Pasteur MSD-, y en la que se reafirma y ratifica que dicha vacuna continua manteniendo su buen perfil de seguridad.
Lea la noticia completa con las conclusiones del trabajo de la OMS sobre la vacuna VPH.
Protocolo para vacunar del VPH tras un CIN2+
El Hospital La Fe, de Valencia, remite a todas las pacientes con más riesgo a la consulta de vacunología.
Enrique Mezquita. Valencia | dmredaccion@diariomedico.com | 10/10/2014 00:00
La vacuna frente al virus del papiloma humano (VPH) se administra en España de forma sistemática a chicas de entre 11 y 14 años, pero resulta especialmente interesante y eficaz definir los mecanismos para extender esta protección a aquellos colectivos con mayor riesgo. El Hospital Universitario y Politécnico La Fe, de Valencia, ha desarrollado un protocolo para la administración de la vacuna contra el VPH en pacientes con lesiones premalignas CIN2+ que hayan sido tratadas quirúrgicamente en el propio centro y que, por sus características, presentan un mayor riesgo de recidiva o nuevas lesiones.
Este protocolo, desarrollado por el Servicio de Medicina Preventiva y la Unidad de Patología Cervical, adscrita al Servicio de Ginecología, se centra en vacunar a mujeres tratadas en el Departamento Valencia-La Fe por una lesión precancerosa mediante conización cervical, que se realiza para eliminar tejido anormal del cuello uterino.
Según ha explicado a Diario Médico Fernando Ruiz, jefe clínico del Servicio de Ginecología del Hospital La Fe, el punto de partida de este enfoque se basa en que "la infección previa por VPH no siempre confiere protección frente a nuevas infecciones, incluso por el mismo serotipo que ocasiona la lesión primaria".
Riesgo muy superior
Por otra parte, a esto hay que sumar, según ha precisado Ruiz, que "aquellas pacientes que han sido tratadas de una lesión CIN2+ tienen un riesgo entre
siete y catorce veces mayor que la población general de desarrollar cáncer de cérvix y, por lo tanto, precisan de un seguimiento periódico de como mínimo unos diez años".
Este protocolo, que sigue las recomendaciones establecidas por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) y la Asociación Española de Patología Cervical y Colposcopia (Aepcc), tiene definido un circuito claro y bien definido: "Después del diagnóstico y tratamiento, realizado en la Unidad de Patología Cervical del centro, la paciente es remitida a nuestra consulta de vacunología", ha explicado Juan Mollar, responsable del Servicio de Medicina Preventiva de La Fe. En esa unidad asistencial "es informada de la importancia del proceso de vacunación", sobre todo a la vista de sus características y riesgo potencial, y posteriormente se procede a administrarle la vacuna y realizar un seguimiento de la evolución de su caso. De esta manera, concluyen los especialistas, se consigue mejorar la protección de este colectivo de una forma segura.
La detección del VPH, la cobertura vacunal en España y el manejo de las lesiones precancerosas han sido algunos de los temas debatidos por los ginecólogos en Sevilla.
Carmen Cáceres. Sevilla | dmredaccion@diariomedico.com | 05/02/2015 16:46
Las estrategias de cribado del virus del papiloma humano (VPH) se han debatido en el Congreso de la Organización Europea de Infección Genital y Neoplasia (Eurogin), celebrado en Sevilla. Aureli Torné, de la Unidad de Ginecología Oncológica del
Hospital Clínico de Barcelona, ha señalado que en España "no hay recomendaciones nacionales para el diseño de estrategias de cribado, ya que su aplicación es competencia de cada autonomía". Y ha dado un toque de atención: "Incorporar nuevos métodos o el aumento del gasto no se traducirá en una reducción de la incidencia y mortalidad del cáncer de cérvix sin aumento de cobertura y, lógicamente, eso significa cribado poblacional".
Tras años de experiencia de utilización del test de VPH y la citología, Torné apuesta por el test porque es más predictivo de CIN 2 que una citología positiva y más efectivo que la citología en cribado primario. "Está demostrado que el test ofrece mayor protección -en torno a un 60-70 por ciento- frente al cáncer de cérvix que la citología. La citología tendrá que ir dejando paso al test", ha apuntado Torné.
Base poblacional
"Independientemente de la prueba, deberíamos garantizar un cribado de base poblacional", ha recalcado. El documento de consenso de prevención del cáncer
de cuello de útero en España del pasado año simplifica el modelo: en menores de 25 años, prevención primaria y vacuna sistemática; a partir de los 25, prevención secundaria, citología limitada al
subgrupo donde el test de VPH no va a aportar utilidad, máximo 3 pruebas; y a partir de los 30, test de VPH, y máximo de 8 determinaciones a lo largo del año. La monitorización del impacto de
vacunación frente al VPH también plantea nuevos retos. En la mayoría de las autonomías no existe un registro nominal de vacunadas, ni hay un identificador único de los diferentes registros, y puede
haber movilidad entre comunidades.
"Las coberturas de vacunación frente al VPH en España son buenas y similares a las de otras vacunas que se administran en adolescentes", ha comentado María Brotons, del Instituto Catalán de Oncología, quien ha precisado que los estudios que se están llevando a cabo permitirán determinar el impacto del programa de vacunación en la incidencia de verrugas genitales, carcinoma in situ cervical y cáncer de cérvix.
Respecto a los condilomas, una encuesta en la que participaron 123 especialistas para conocer cómo se está haciendo el diagnóstico y el tratamiento en España desveló la necesidad de una guía clínica consensuada entre las principales sociedades médicas.
Jesús de la Fuente, ginecólogo del Hospital Infanta Leonor, de Madrid, resumió los resultados de la encuesta. Los ginecólogos destacaron que los condilomas suponen una carga de trabajo en torno al 10 por ciento y los casos nuevos oscilan entre los 0 y los 50; y en ningún paciente encontraron cáncer ni ninguna alteración citológica. Pocas veces se realiza un test de VPH cuando se diagnostican condilomas femeninos.
A partir de los 30 años y hasta los 65 se recomienda un cribado único con test del VPH por su efectividad.
Raquel Serrano. Madrid | raquelserrano@unidadeditorial.es | 01/12/2014 00
El cribado población o universal para la prevención secundaria del cáncer de cérvix o cuello de útero a partir de los 25 años y el uso preferente de la prueba del virus del papiloma humano (VPH) a partir de los 30 y hasta los 65 años, son los principales cambios que aparecen en el nuevo documento de consenso de cribado del cáncer de cuello de útero en España. El informe, presentado en el XXVI Congreso que la Asociación Española de Patología Cervical y Colposcopia, que preside Juan Hernández, y celebrado en Madrid, ha sido refrendado por ocho sociedades científicas, entre ellas la de Ginecología y Obstetricia, la de Patología Cervical y Colposcopia, la de Anatomía Patológica y la de Citología. Cuenta además con el apoyo de las sociedades de primaria: Medicina de Familia y Comunitaria, Médicos de Atención Primaria y Medicina General.
El cáncer de cérvix ocupa entre el segundo y tercer puesto de frecuencia en el mundo. Se producen entre 8-9 casos por cien mil mujeres al año. El VPH suele ser el inicio de lesiones precursoras malignas. Actualmente, la prevención secundaria se basa en la realización de citología (test de Papanicolau) más colposcopia, biopsia y tratamiento, si se confirma malignidad. En un elevado porcentaje de casos "el cribado es oportunista, ya que sólo se realiza prevención en mujeres que consultan. Lo que se propone es el establecimiento de programas de cribado poblacional -universal-, como iniciativa de Salud Pública, pues sólo así se ha demostrado reducir la incidencia de este cáncer en un 80 por ciento", ha señalado Aureli Torné, coordinador de la Guía de Cribado 2014 en España, yde la Asociación Española de Patología Cervical y Colposcopia.
Transición compleja
Entre las medidas que recoge el documento de consensos, y que los profesionales esperan que estén instaladas en tres años aproximadamente, se especifica
empezar con el cribado a los 25 años, no antes. En adolescentes y menores de 25 años, el VPH es excepcional. Además, se supone que la vacunación contra el VPH actúa como buen protector en esta franja
de edad. Entre 25 y 30 años sólo se recomienda la realización de citología cada tres años, si en los test no hay datos significativos.
Se empezaría el cribado poblacional primario con la opción preferente y única del test del VPH a los 30
años (aunque también se acepta a los 35) y hasta los 65, que se repetiría cada cinco años, aunque también se admite la realización de citología cada tres
años, si las pruebas anteriores han sido negativas. La edad de finalización sería a los 65, puesto que a partir de esta edad el riesgo de este tipo de cáncer es muy bajo, si no se han registrado
alteraciones anteriormente.
En España existen 17 estrategias diferentes de cribado que penalizan la equidad y están alejadas de los consensos científicos. Según los datos de los expertos, Castilla y León y La Rioja son la únicas con programas de cribado con cotest: citología y VPH, aunque en Cataluña está prevista su próxima incorporación y en Madrid se trabaja desde 2012 en este sentido. Andalucía, Galicia y el País Vasco están evaluando el cambio de estrategias. "La transición no va a ser fácil, pero las administraciones sanitarias deben escuchar a los especialistas. Las medidas ayudan a la eficacia, a la seguridad y al ahorro económico", añadió Torné.
El empuje y ejemplo de países de la UE
Holanda ha sido el ejemplo de la UE que ha "tirado del carro" del resto de países. En su territorio se aplica el cribado poblacional con VPH en primera línea preventiva, indica Javier Cortés, representante de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. "Se realiza este tipo de programas en algunas provincias de Alemania y Bélgica, así como en determinadas áreas sanitarias del Reino Unido, sin olvidar a países nórdicos como Dinamarca". En España, y según los expertos, aún no existen recomendaciones nacionales para el diseño de estrategias de cribado.
Un estudio encabezado por Sílvia de Sanjosé, del Instituto Catalán de Oncología, ha descrito los ocho tipos de virus del papiloma humano cancerígenos más frecuentemente identificados.
Karla Islas Pieck. Barcelona. | 18/10/2010 00:00
Los tipos 16, 18, 31, 33, 35, 45, 52 y 58 del virus del papiloma humano (VPH) son los que se asocian con una mayor frecuencia a la aparición de cáncer de cuello de útero, según los resultados de un estudio dirigido por Sílvia de Sanjosé, jefa de la Unidad de Infecciones y Cáncer en el Instituto Catalán de Oncología (ICO) y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell), de Barcelona.
El trabajo, que publica hoy la revista The Lancet Oncology, analiza datos de más de 10.575 pacientes con cáncer de cuello de útero diagnosticados durante los últimos 60 años en 38 países de los cinco continentes, por lo que es el más extenso que se ha realizado en este campo hasta el momento.
Los resultados sugieren que estos ochos tipos virales son los responsables de más del 90 por ciento de los casos de tumores de cuello uterino en todo el mundo, por lo que se consolidan como una clara diana para el desarrollo de vacunas de nueva generación.De Sanjosé ha explicado a Diario Médico que una de las principales conclusiones que se desprenden de estos resultados es que los tipos 16, 18 y 45 son los más comunes y aparecen en edades más jóvenes que los otros genotipos de alto riesgo. "Estos datos confirman lo que ya sabíamos, pero con una base de datos mucho más importante y con una metodología homogénea en base a un solo protocolo".
Actualmente, la comunidad científica tiene identificados cerca de 120 tipos de VPH, de los cuales 40 infectan el tracto genital y 12 provocan cáncer. Los tipos 16, 18 y 45 se han identificado en el 75 por ciento del subtipo histológico más frecuente de cáncer de cuello de útero, el de células escamosas, y en el 94 por ciento de los adenocarcinomas, el segundo tipo histológico más frecuente. Además, se ha visto que en los portadores de estos tres tipos virales la enfermedad aparece de forma más precoz, hasta cuatro años antes que el resto, por lo que se presume que son más agresivos y malignos.
Protección
cruzada
Las vacunas disponibles actualmente para el VPH previenen la infección por los tipos 16 y 18 y además, mediante la
protección cruzada, parcialmente del 31 y del 45. A partir de ahora, estos hallazgos serán de gran utilidad para orientar los esfuerzos de investigación sobre nuevas vacunas hacia los tipos virales
más frecuentes e importantes para conseguir una protección eficaz contra esta enfermedad en todo el mundo.Además, estos resultados ponen de
relieve la necesidad de adaptar los actuales protocolos de cribado para que se orienten también a la detección del tipo viral 45, que se asocia con una aparición más temprana de la enfermedad y se
muestra más más agresivo.
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